Armenta, sobre la reunión con Adán Augusto
“A mí me invitó el secretario de Gobernación, no Nacho Mier”, espetó Alejandro Armenta en la reunión que este 16 de enero tuvo con directores de medios de comunicación en Puebla.
Lo hizo porque el domingo, en una rueda de prensa, el diputado Federal no se pudo resistir a presumir que él había sido el organizador de la gira de Adán Augusto López en Puebla y hasta se atribuyó haber invitado a Armenta.
Lo hizo para tratar de abatir el discurso, que comenzaba a permear en medios, de que había sido relegado por el funcionario federal para darle el paso a Armenta.
¡Vaya revelación de Armenta sobre la mesa!
No solo eso, dijo que la gente de su primo intentó esconderlo en el rinconcito:
“si hubieran puesto siete sillas, me habrían sentado en la octava”.
Terminó con algún vago rumor de un acuerdo entre los primos Mier, de cualquier tipo de discurso de reconciliación que intentara, ese grupo, permear en la opinión pública. “Los duendes” los llamó Armenta, los “duendes” de su primo.
Una segunda idea de resaltar desarrolló el senador, no son ni dos ni tres los que podrían ir a la pugna por la gubernatura de Puebla. Recordó que para el Estado de México se apuntaron 10.
Subió al secretario de Gobernación, Julio Huerta, dijo que lo hizo porque es imposible pensar que el gobierno de Sergio Salomón Céspedes no jugará su carta.
Pero también metió a Olivia Salomón, Melitón Lozano y hasta la exalcaldesa Claudia Rivera.
Armenta, muchos lo conocen, no duda de su postulación. Es natural, ningún aspirante a candidato podría dar un solo viso de derrota. Su seguridad resalta, eso sí.
Pero también se autocalificó como un político institucional. Dijo que desde el 2021, cuando el senador Ricardo Monreal lo reconcilió con Miguel Barbosa, no volvió a atacarlo.
Sobre el gobernador Sergio Salomón Céspedes dijo que es una figura de autoridad que debe ser respetada y que su fuerza política jamás debe minimizarse: “quien lo haga estará equivocado”.
Con esta reunión, Armenta consolidó lo que es ya desde hace años, su empecinada búsqueda por la postulación de Morena a la gubernatura.
No da un solo viso de que pudiera negociar la alcaldía, una diputación federal, menos.
Está muy seguro, pero sabe, como lo dijo, que no será el único y que hay una batalla por pelear.
