Desde hace un mes, los internos del dormitorio B del penal de San Miguel de la ciudad de Puebla deben pagar una cuota para poder ingresar a sus celdas.
Según una denuncia realizada por familiares de los internos a Ambas Manos, en este dormitorio deben pagar cuotas que llegan hasta los 50 pesos para que los custodios los dejen ingresar.
De lo contrario, se quedan afuera: “el 25 de diciembre las celdas estuvieran cerradas. Nadie podía entrar, los internos estuvieron afuera con frío y se mojaron”, señala la denuncia.
Supuestamente, esta situación se vive desde hace un mes en el dormitorio B. Las cuotas se entregan directamente a los agentes de la Policía Estatal Custodio. Solo en esta área hay 32 celdas.
Continúa el ingreso de drogas y celulares
En octubre pasado, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Puebla (SSP) incorporó 20 oficiales caninos para reforzar la seguridad en los centros penitenciarios. Sin embargo, los familiares aseguraron que hay un grupo de custodios que sigue permitiendo el ingreso de drogas y celulares.
Desde enero de este 2022, cuando el bebé Tadeo evidenció la corrupción en dicho centro penitenciario, surgieron varios cambios. La mayoría de estos cambios fueron impulsados por el gobierno.
Actualmente, el penal de San Miguel está a cargo de María del Rayo Mendoza Farfán. Ella, antes de ser directora, se desempeñó como Agente del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado.
En julio, la SSP destruyó 104 cuartos privados y de lujo que se construyeron durante administraciones pasadas.
Contaban con restaurantes, farmacias y hasta tiendas de abarrotes. También habían locales para la venta de ropa, quioscos y dos gimnasios.
El entonces gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta presumió que con esta y otras acciones se puso fin a la corrupción.
Aunque gracias a los oficiales caninos sí se ha impedido el ingreso de objetos prohibidos, las personas privadas de la libertad todavía tienen acceso a sustancias prohibidas y dispositivos electrónicos.
