En redes sociales, acusaron de racismo y explotación al restaurante Sonora Grill, sucursal Masaryk Polanco en la Ciudad de México.
La cuenta Terror Restaurantes México en Instagram comparte las malas prácticas de los establecimientos mexicanos.
La denuncia hecha de manera anónima fue publicada en la red social y ha causado indignación y molestia entre los usuarios.
En ella se da a conocer que el restaurante divide a los clientes en dos secciones dependiendo de su aspecto físico y color de piel.
En la zona “Mousset”, se permite el acceso a personas caucásicas que reciben trato preferencial. Mientras que en la zona “Gandi” acomodan a personas que “se ven pobres o dan mala imagen” al lugar.
De acuerdo con el relato, estas reglas son impuestas por el director de la marca Juan Manuel Moreira.
Terror Restaurantes México colgó una imagen contra el racismo y la explotación laboral que involucra a la marca. El post fue apoyado por cientos de personas, entre las que destaca la actriz mexicana Maya Zapata.
A esto le siguieron una serie de denuncias por parte de trabajadores y exempleados que aseguran es un centro que promueve la explotación y acoso laboral, el robo de propinas, el manejo peligroso de alimentos, la segregación racial, entre otros problemas.
“Trabajar para cualquier restaurante de este grupo es dar completamente tu salud física y mental por unos pesos. No hay vida, no hay tiempo, no hay cabeza para otra cosa, porque incluso al terminar tu horario laboral, por whatsapp están mandando y mandando mensajes con reclamos, regaños y sanciones. Todos los días” señala uno de los testimonios.
También, señalaron, el acoso que reciben los colaboradores a través de Whatsapp. No les permiten ir al baño, cobran los “errores” a los empleados de menor rango, les quitan propinas de manera injustificada o por llegar tarde, les dan solo 30 minutos para consumir sus alimentos y los obligan a acudir a capacitaciones fuera de su horario laboral.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) indicó que abrieron una investigación de queja por dichas conductas.
Las sanciones podrían ir desde una disculpa pública hasta revisar la normativa del lugar para asegurarse que cumple con los estándares legales de derechos humanos.