¿Se debe poner ofrenda a un recién fallecido?, es una de las inquietudes que surge en las personas quienes pierden a un ser querido cerca de la celebración de Día de Muertos. Pues existe un calendario específico, de acuerdo a la edad o por la razón de la muerte.     

Los días 1 y 2 de noviembre son fechas que se conmemoran en México. Y acuerdo a lo estipulado en la biblia, el primero es el Día de Todos los Santos y corresponde a los niños y muertos chiquitos, mientras que el segundo es para los adultos.  

Eduardo Merlo Juárez, arqueólogo y asesor cultural de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), indicó que la fiesta de muertos es una tradición de origen prehispánico. Cuyo objetivo es que las personas que fallecieron salgan a visitar a sus familiares en estas fechas.  

En respuesta como tradición, los creyentes los reciben con una ofrenda, que se centra principalmente en un banquete, debido a que el ser querido llega a comer. Y mismo que como muestra de agradecimiento y para que sientan que no han sido olvidados, es adornado e iluminado.  

El arqueólogo explicó que las personas colocan luces con velas en las ofrendas porque se cree que los fallecidos están en penumbras y necesitan luz para comer tranquilos. Y para platicar y conectarse de forma simbólica con sus deudos. 

En este sentido, destacó que hay elementos que no se deben colocar o acciones que no se deben hacer. Tales como ponerles agua bendita, debido a que los muertos no están malditos y tampoco se les debe rezar en la ofrenda, porque no es un ritual religioso.  

En los pueblos indígenas se tiene la tradición de que el más viejo de la familia se siente a un lado de la ofrenda para recibir a los seres queridos. Y platicarles que ha sucedido desde que partieron, pues se encontraban lejos y no se enteraron. Este diálogo hace más fuerte la tradición. 

Estas son las fechas para la colocación de ofrenda en Día de Muertos  

Sobre las fechas para celebrar a los muertos, Eduardo Merlo especificó que de manera formal se inicia el 28 de octubre y concluye el 2 de noviembre.  

No obstante existe una fiesta preambular que arranca el 29 de septiembre, donde en los pueblos indígenas se prepará la primera ofrenda. Mientras que el segundo altar se coloca el 28 de octubre por el Día de San Lucas que es el patrón de la ofrenda.  

27 de octubre es para las mascotas  

Algunas familias colocan su ofrenda desde el 27 de octubre para recibir a las mascotas, lo cual, no es un invento, pues existe un antecedente prehispánico sobre las ofrendas para los animales. 

La tradición comenzó colocandose para los perros, que es el primer animal amigo del hombre, los cuales se volvieron acompañantes y en los pueblos trabajadores. Sumado a la creencia de que ayudan a los muertos a cruzar el río para su lugar de descanso.  

28 de octubre para quienes murieron violentamente  

El 28 de octubre está dedicado para recibir a quienes murieron violentamente, ya que, no estaban preparados para fallecer y los sorprendió la muerte. A ellos, se les recibe primero en el lugar donde perdieron la vida, debido a que la persona falleció y no supo donde.  

Por lo que regresa al lugar donde quedó su cuerpo y después reconoce su camino y se dirige a su casa.  

29 de octubre para los ahogados 

El 29 de octubre está destinado para las personas que perdieron la vida por situaciones relacionadas al agua o por el frío. Por ejemplo, que murieron ahogados o por enfermedades como pulmonía o neumonía.  

1 de noviembre para los niños  

El 1 de noviembre llegan los niños a la ofrenda, pero no aquellos quienes no fueron amamantados, debido a que no aprendieron a comer. Y de acuerdo a la tradición prehispánica estos menores van hacia un lugar donde se encuentra un árbol que no da fruta, si no senos.  

2 de noviembre  

En tanto, el 2 de noviembre está destinado para todos los fieles difuntos.  

Pero, ¿qué pasa con quienes murieron previo a la celebración de Día de Muertos?, Eduardo Merlo explicó que aquellos que fallecieron 15 días antes o un mes no llegan a las ofrendas. Pues su camino hacia el descanso eterno dura de 80 días hasta cuatro años y no pueden regresar.  

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Jessica Meléndez Zenteno

Jessica Meléndez Zenteno

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la BUAP. Reportera desde 2016 en política, gobierno, educativas y municipio para diferentes medios de comunicación.