En los últimos años, cada vez más estados y países han implementado el cohousing, un modelo de vivienda compartida que la ciudad de Puebla necesita para que sus adultos mayores puedan vivir en plenitud.

En entrevista con Ambas Manos, el maestro Zeus Rodrigo Manuel Moreno Cortés, coordinador de la maestría en Hábitat y Equidad Socio Territorial de la Ibero Puebla explicó las razones por las que la capital y la sociedad deberían abrirse paso hacia un estilo de vida en comunidad.

El cohousing es una práctica que surgió en Dinamarca durante la década de 1960 para que la población pudiera transitar de manera digna hacia la vejez. Es decir, dejar atrás la soledad y vivir en compañía de otros.

De esta manera, las personas comparten gastos como renta, servicios de luz, agua, gas e internet, lo que les ayuda a economizar. Incluso pueden decidir dónde comprar terrenos para construir su hogar, cómo será la distribución de habitaciones y áreas comunes, entre otros espacios que sean necesarios para la convivencia diaria.

En varios países de Europa y en otros como Estados Unidos y México se han trabajado proyectos de cohousing. Esto con el objetivo de asegurar el acceso a la vivienda y el derecho de las personas a vivir en colectividad.

En el año 2007, la Ciudad de México (CDMX) fue una de las primeras ciudades del país en promover el co-living entre este sector de la población. Actualmente, la red de vivienda colaborativa se ha extendido a municipios como Torreón, Mérida, Oaxaca, Querétaro, San Miguel de Allende, León y Guadalajara.

La doctora Margarita Maass de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue pionera en desarrollar e impulsar este tipo de proyectos.

En su artículo “Mejoramiento de la calidad de vida en la vejez. Propuesta de Casa de Retiro ecológica y autosustentable” habla sobre los problemas que enfrentan las personas mayores al vivir en soledad.

Por ejemplo, afrontan la baja socialización, afectividad y sentimientos de soledad que los hacen más vulnerables y propensos a las enfermedades.

Mientras que aquellos que viven juntos no enfrentan la soledad ni la pobreza, pues comparten gastos y se ayudan a prevenir enfermedades.

Aunque en Puebla existe una alta demanda por parte de la población, la sociedad aún no está lista para implementar este modelo de vivienda.

Cohousing, la vivienda compartida que Puebla necesita, pero aún no está lista para ello

Moreno Cortés señaló que la vivienda es uno de los servicios que más se ha encarecido en los últimos 20 años.

De acuerdo con un estudio de tesis realizado por uno de los estudiantes de la Ibero Puebla, la población por arriba de los 70 años de edad es mayor que la de hace 20 años. Lo que significa que la esperanza y calidad de vida en la capital poblana ha crecido considerablemente.

Actualmente, colonias como San Manuel, El Mirador, Chulavista y Gabriel Pastor concentran un alto índice de adultos mayores que viven en soledad. Esta situación los hace vulnerables al interior y exterior de sus domicilios.

A pesar de la demanda y lo mucho que podría ayudar el cohousing a las personas de edad avanzada, los habitantes de la ciudad de Puebla no están listos para ello.

El experto indicó que el tema no se ha promovido ni socializado lo suficiente entre la población objetivo. Además de que las instituciones y autoridades tienen una visión muy limitada de cómo se debe vivir la vejez.

Ante eso, es importante tener comunidades de adultos que se apoyen entre sí. Sin embargo, la ciudad de Puebla no está lista, porque no se conoce lo suficiente al respecto. Se sigue pensando en ‘La Casa del Abue’ o casas de ancianos, sin entender que las personas adultas mayores son muy funcionales y productivas, solamente necesitan ayuda y acompañamiento es necesario. Es un sector olvidado que debemos voltear a ver en los próximos años”.

Por otro lado, los códigos reglamentarios municipales y la Ley Estatal de Vivienda solamente consideran la vivienda tradicional como un estilo de vida.

Por ello, resaltó que es momento que tanto el sector público como el privado comiencen a transitar a nuevos estilos de vivienda. En el plan deben estar incluidos bancos, financieras y empresas inmobiliarias.

Con su intervención, se podrán ampliar las posibilidades de vivienda de las personas adultas mayores. Incluso se podrían cubrir las necesidades de la población vulnerable.

Hoy en día, estudiantes, trabajadores, madres solteras y en general las nuevas generaciones enfrentan adversidades económicas que limitan su poder adquisitivo y la oportunidad de acceder a una vivienda individual.

El sector público y privado deben colaborar para hacer realidad el cohousing, la vivienda compartida en Puebla

Zeus Rodrigo Manuel Moreno Cortés agregó que para hacer del cohousing una realidad en la capital poblana, se tiene que realizar ciertas modificaciones al acceso de créditos inmobiliarios para crear programas de vivienda locales, estatales o federales enfocados en el cohousing.

Para lograrlo, es necesario que los gobiernos de los tres niveles de gobierno y el sector privado trabajen en conjunto.

Desde el sector público, se deben crear políticas públicas que ofrezcan flexibilidad para la construcción de estos modelos de vivienda. Además, deben generar proyectos e incentivos más atractivos para atraer la atención de los inversionistas e inmobiliarias.

Para garantizar el derecho humano a la vivienda, el experto propone la condonación de licencias o impuestos que beneficien a la iniciativa privada. 

Puede ser mucho más atractivo para los inversionistas hacer este tipo de viviendas, porque a fin de cuentas los desarrolladores lo ven como un negocio. Puede ser un ganar-ganar para ambos sectores”.

Moreno Cortés también comparó la situación de cohousing entre Puebla y la CDMX y encontró que los proyectos implementados en la capital del país buscan la regeneración del tejido social.

Desde las alcaldías, han levantado censos entre la población para conocer las necesidades particulares y de esta manera comenzar a generar comunidad. Algo que no se ha hecho en nuestra entidad.

En la Ciudad de México, el cohousing más que una cuestión estrictamente de vivienda, se ha visto como una reconstrucción del tejido social que es lo que le falta a Puebla, ver cómo podemos vivir en comunidad”.

La transición hacia el cohousing en Puebla es necesaria a futuro, pero todavía queda un largo camino que recorrer para lograrlo.

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Carmen González

Carmen González

Licenciada en Comunicación por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Reportera desde 2018 de la fuente de cultura, turismo, activismo, temas sociales y de revista.