El Poder Judicial ¡Qué se vayan a huelga!
¡Qué se vayan a huelga!, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el Poder Judicial, porque “así no sacarán a más delincuentes”.
¿Presión o justicia?
Vamos por partes.
A partir de esta semana los trabajadores, jueces y magistrados del Poder Judicial federal están en huelga como medida de protesta por la Reforma al Poder Judicial que impulsa el presidente y la Cuarta Transformación.
Pero, no solo la huelga ha sido tomada como una afrenta en el Palacio Legislativo, para el gobierno federal también lo es la liberación de presos escandalosos.
Dos casos han sido los más notables en los últimos días.
El cambio de medida cautelar para que el exgobernador Mario Marín Torres, siga el proceso desde su casa en Puebla.
Y la liberación (que después se echó para atrás) de Juan Manuel Vera y los autores materiales del intento de feminicidio contra María Elena Ríos. La joven que fue atacada con ácido en Oaxaca.
Pero, es ¿presión o justicia?
Es el discurso que se ha movido desde entonces en redes sociales.
Hay quienes consideran que es una forma de rebelión del Poder Judicial y quienes creen que, por ejemplo, en el caso de Marín, se trató genuinamente de un asunto de derechos humanos.
En el de Elena Ríos, no hay quien piense que liberar a sus agresores sea justo, todos creemos que hay un tema de corrupción ahí.
Pero, sea o no esto un daño colateral del pleito político por la Reforma Judicial del presidente, es un tema que se está saliendo de control al grado de afectar a la sociedad en general.
Así lo considera por ejemplo el Maestro Simón Hernández León, catedrático de la Universidad Iberoamericana Puebla y coordinador de la Licenciatura en Derecho.
Este martes, el maestro estuvo en entrevista en “El Café del Mediodía” para explicar las afectaciones de la huelga y la reforma.
A su parecer, urge que ambos poderes se sienten a dialogar y logren llegar a un acuerdo. Aunque admite que será difícil.
También consideró que la liberación de presuntos delincuentes famosos no es un tema de presión. Aunque yo personalmente no puedo verlo de otra forma.
Pero ¿Es fácil o complicado llegar a un acuerdo?
Pienso que el problema es la gran cantidad de intereses, de jueces y magistrados poderosos, que se tocan con la reforma al Poder Judicial Federal.
El poder con más cantidad de casos de nepotismo y con un aletargamiento tremendo de la resolución de casos.
Si, la Reforma Judicial va, que parece que así será, el paso del gobierno del presidente será aún más histórico, para bien.
El presidente no parece dispuesto a negociar los términos, pero, confiemos porque la Cuarta Transformación y sus decisiones ya se sometieron a las urnas y ¡qué creen! ¡Ganaron!