Mier en el Consejo Estatal de Morena
Con un saco café oscuro, que no atinaba con el tono de Morena, su celular y su Starbucks en la mano, Nacho Mier llegó este domingo al Consejo Estatal con la imagen que seguramente visualizó mil veces en su mente, pero que no pudo convertir en realidad.
Al principio, sentado en la primera fila vio a su primer detractor. El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes le ganó el 15 de diciembre del 2022 la partida para convertirse en “gobernador sustituto”.
En medio, el presidente del Consejo, Andrés Villegas y a su lado su segundo detractor, el ahora candidato a la gubernatura, Alejandro Armenta Mier. Cuando el senador se dio cuenta que estaba sentado ahí, le pidió subir al presídium y quedó justo al lado del atril en donde se pronunciaron los discursos.
En algunos momentos parecía estar lejos de los demás, de las risas, bromas y palabras que intercambiaban los otros en la mesa. Los que sí ganaron.
Escuchó claramente cuando en su discurso, Andrés Villegas dijo que Alejandro Armenta había ganado de forma contundente las seis encuestas que levantó el Comité Ejecutivo Nacional.
Cuando dijo que él sí había sido alcalde, diputado local, federal y senador, gracias al voto de los poblanos. Que sí había recorrido el estado y que sí lo reconocían. No estaba comparando, pero era inevitable pensar en “él sí”.
Estaba al lado del gobernador cuando este pronunciaba las palabras “no traicionar”. Cuando reconoció en Armenta a quien, dijo “estoy seguro que contigo la transformación en Puebla y la idea de que esta entidad siga siendo un referente nacional de gobiernos honestos, cercanos, sensibles y honestos, está en buenas manos”.
Se puso rojo cuando Olga Romero, lidereza de Morena, dijo Alejandro Mier, combinando sin querer los nombres de los primos rivales.
No tuvo más remedio que reír cuando el secretario General, Agustín Guerrero habló del perro que acompañó por algún momento a Armenta y dijo para despedirlo “Hay animales muy fieles, que nos acompañan en momentos difíciles”.
Al final se fue solo, le preguntaron a su llegada nada más por aquella encuesta en la que supuestamente está en empate técnico con el priista, Néstor Camarillo. Evidentemente no le pareció así y la desmintió.
Salió del Centro de Convenciones acompañado por unas cuatro personas, nada cerca de los que lo seguían cuando era aspirante a candidato.
