Tras declararse culpable para reducir su condena, Gerardo Espinosa Rubí, el diácono violador de Aquixtla que abusó de un niño de 7 años, fue sentenciado a 21 años y 8 meses de prisión.
La audiencia de individualización de sentencia se realizó la noche de este lunes. El juez de control Francisco Javier Orozco Treviño fue el encargado de dar a conocer la sanción privativa de la libertad. El diácono se encuentra recluido en el Cereso de Huauchinango.
Ahí permanecerá más de dos décadas porque el 26 de octubre de 2021 violó a Abner, un niño de tan solo 7 años de edad en la iglesia de San Juan Evangelista de Aquixtla. La mamá del menor lo sorprendió en flagrancia y pidió ayuda a los vecinos.
Gerardo estuvo a punto de que lo lincharan, pero la señora Esperanza lo impidió. Confió en las autoridades y en la justicia y prefirió llamar a las autoridades, presentar la denuncia y seguir todo el largo y tortuoso proceso.
Al diácono lo aprehendieron y vincularon a proceso por el delito de violación equiparada en grado de tentativa. El juez Aaron Hernández Chino lo envió a prisión bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa. No obstante, en junio de este año la historia dio un giro.
Diácono de Aquixtla, sentenciado a 21 años de cárcel por violación, ganó amparo que lo dejó en libertad
La defensa de Gerardo promovió y ganó un amparo que dejó sin efecto la medida cautelar. El Ministerio Público no aportó datos objetivos para argumentar que representaba un riesgo para la víctima o la sociedad. Entonces, el juez se vio imposibilitado a dictar otra medida cautelar. Es decir, el violador quedó libre.
Debido a la presión mediática encabezada por la madre de Abner, la Fiscalía de Puebla lo reaprehendió. Fue el pasado 11 de diciembre cuando el diácono se volvió a declarar culpable para abreviar el proceso y con el fin de reducir su condena.
Sin embargo, la mamá de la víctima reveló que en aquel municipio hay por lo menos otros 10 niños que también refirieron este hombre los abusó. Lamentablemente, nadie más ha denunciado.
La Arquidiócesis de Tulancingo, Hidalgo, a la cual pertenece la iglesia de Aquixtla, solo lo suspendió.
De hecho, estaba a la espera de conocer el fallo del Tribunal de Enjuiciamiento para tomar una decisión final.