Largos cuatro años transcurrieron para que autoridades de Puebla pudieran identificar de manera correcta los restos de Jorge Ramírez, quien desapareció en 2019 y al que localizaron en una fosa clandestina en Huejotzingo.
Desde el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, la Clínica Jurídica Minerva Calderón y el Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática, de la IBERO Puebla, acompañamos y expresamos nuestra solidaridad a María Juliana Hernández Moreno y Eladio Ramírez Romero, integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla, y a su familia, con motivo de la identificación y entrega de su hijo, Jorge Ramírez Hernández, desaparecido el 27 de junio de 2019 en Huejotzingo, Puebla.
Recordamos el prolongado y doloroso proceso que la familia ha vivido con motivo de la búsqueda, localización, identificación y restitución de los restos de Jorge desde su desaparición, a lo largo de los cuatro años que transcurieron sin que las autoridades de Puebla realizaran una correcta identificación de las personas encontradas en las fosas clandestinas descubiertas, ubicadas en el municipio de Huejotzingo en julio de 2019.
Por crisis de identificación forense, pasaron 4 años para identificar con certeza a Jorge Ramírez
En principio, a la familia le fue negado verificar el perfil genético de su hijo con el resto de los cuerpos encontrados, argumentando errónea- mente que no había correspondencia con la media filiación de Jorge, lo que provocó que su cuerpo fuera enviado a la fosa común.
La identificación final de Jorge se debió a la segunda confronta genética elaborada por la Fiscalía General de la República, realizada a petición de la familia.
Fue en enero de 2023, que el Colectivo Voz de los Desaparecidos informó que Jorge Ramírez Hernández, de 33 años de edad y desaparecido en junio de 2019, fue localizado sin vida.
El cuerpo de Jorge estaba en la misma fosa clandestina donde ubicaron sin vida a Luis Fernando Tinoco Cervantes, delegado de la Secretaría General de Gobierno de Huejotzingo.
La fosa se descubrió la madrugada del 21 de julio de 2019. Al funcionario también lo levantaron en Huejotzingo, así que cuando el colectivo supo del hallazgo de más cuerpos, solicitó que la desaparición de Jorge se investigara bajo la misma línea y que se hiciera confrontación genética en tres cuerpos que estaban en calidad de desconocidos.
Ministerio Público (MP) se negó a verificar el perfil genético
Los padres de Jorge vieron fotografías, pero por el grado de descomposición era imposible reconocer si algunos de ellos era su hijo. El MP se negó a verificar el perfil genético bajo el argumento de que la media filiación de Jorge no tenía correspondencia con los cuerpos hallados.
El pasado 17 de octubre de 2023 se realizó el proceso de exhumación para restituir el cuerpo de Jorge a su familia, quienes lo despidieron y sepultaron en compañía del Colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla e integrantes de la IBERO Puebla. Esto sucedió dos meses después de la notificación a la familia de Jorge debido a que las autoridades involucradas retrasaron el proceso de entrega y restitución.
El caso refleja la realidad de la crisis de identificación forense en todo el país, frente a la cual instamos a que la Fiscalía General del Estado cumpla con sus obligaciones en la materia, tales como la creación del Banco Estatal de Datos Forenses y el adecuado funcionamiento del Registro Estatal de Fosas y de Personas Fallecidas y no Identificadas; así como garantizar la trazabilidad de los procesos forenses de identificación y la debida diligencia de exhumaciones.
La Ibero se solidarizó con la familia de Jorge en su incansable búsqueda y exigió a las autoridades involucradas en la investigación, búsqueda e identificación de personas desaparecidas actuar conforme a lo establecido en la Ley de la materia y el Protocolo Homologado de Búsqueda de Personas, garantizando en todo momento la dignidad de las personas desaparecidas y sus familias.
La desaparición de Jorge Ramírez
Jorge Ramírez tenía 33 años; era padre, hijo y hermano. En Santa Ana Xalmimilulco en Huejotzingo, puso un negocio de materiales reciclables. El crimen organizado le intentó cobrar derecho de piso.
Jorge no se negó; pagó hasta donde pudo, pero cuando dejó de tener dinero y se lo llevaron. La última vez que lo vieron fue el 27 de junio de 2019.