La decisión salomónica en el Poder Judicial
Sin duda fue una decisión salomónica la que se tomó en el Poder Judicial del estado de Puebla. Después de meses de confrontación Margarita Gayosso y Carlos Palafox fueron llamados a cuentas y a ambos se les solicitó dejar sus cargos.
Este cambio sin duda fue inesperado y la noticia más importante de este 31 de agosto. ¿Por qué? Porque ambos eran los últimos personajes poderosos de la herencia del barbosismo.
Los dos, sobre todo Palafox, fueron perfiles cercanos al exgobernador de Puebla, Miguel Barbosa.
La llegada del magistrado como presidente del Consejo de la Judicatura no fue para nada cómoda, terminó con privilegios y canonjías de jueces y magistrados. Pero las manifestaciones, dicen, organizadas por Gayosso, siempre lo opacaron.
La decisión fue salomónica, porque la permanencia de alguno de los dos significaría el triunfo de esa persona. Por esa razón, los dos se fueron, o “los fueron” como se dice coloquialmente.
La presidencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) quedó a cargo de Belinda Aguilar.
Además, se nombró también a Araceli Cabido y María Guadalupe Muñoz como integrantes del Consejo de la Judicatura. Sin embargo, ninguna de las dos presidirá el Consejo.
Primero, debo adelantarles que el Consejo de la Judicatura se renovará completamente. Es decir, sus cinco integrantes renunciaron.
Araceli Cabido y María Guadalupe Muñoz fueron designadas por los integrantes del Pleno del Tribunal Superior de Justicia. Como lo marca la Ley Orgánica.
El gobernador, Sergio Salomón Céspedes tendrá la oportunidad de mandar una propuesta. Los dos restantes serán electas por mayoría calificada del Congreso del estado, una deberá venir de la carreta judicial.
En los próximos días, entonces, sabremos quiénes integrarán el consejo y entre ellos elegirán a su presidente.
Quien cabildea para convertirse en presidente del Consejo de la Judicatura es el magistrado José Eduardo Hernández Sánchez, quien apenas en marzo lo designaron como integrante del Tribunal de Justicia Administrativa.
La pegunta es si estos cambios en el Poder Judicial resolverán la revuelta de los últimos meses.
