Aurora Sierra se va sin pendientes en la lucha feminista
La lucha de Aurora Sierra como legisladora a favor de las mujeres es incuestionable. La diputada que hoy ha muerto de forma inesperada dejó como legado reformas que solo logró construir desde el dolor mismo.
Víctima de violencia, principalmente por parte de su expareja Víctor Hugo Islas, Aurora Sierra sacó tres importantísimas legislaciones en el estado: la Ley Vicaria, la Ley Malena y la ampliación del término de “violencia política de género”.
Lo hizo, lamentablemente, porque ella fue víctima viviente y caminaba con miedo a dejar de existir, a convertirse en una cifra más de los feminicidios y dejar desamparados a sus hijos.
La conocí personalmente hace poco más de un año, tomamos un café en Plaza Cristal y me platicó de su lucha por la aprobación de la Ley Vicaria unos meses antes.
Tuvo la confianza de hablarme en una entrevista sobre lo que había vivido junto a Víctor Hugo Islas, lo hizo por primera vez y con el temor latente por revictimizarse.
Aurora Sierra tenía un genuino interés por las mujeres, que se acrecentaba con su experiencia personal.
Este año fue una de las impulsoras de la Ley Malena, con la que se logró tipificar como “intento de feminicdio”, los ataques con ácido. Una reforma de verdad importantísima para evitar que bajaran la pena o salieran en libertad este tipo de violentadores.
Desde que la conocí tenía una especial preocupación por la difamación de la que podíamos ser víctimas las mujeres.
Contaba que durante su campaña a la diputación le habían creado páginas falsas y perfiles de Facebook para atacarla.
Por eso, hace apenas unas semanas, logró aprobar una reforma para ampliar el concepto de “violencia política de género” y que la difamación entre en este delito.
Por supuesto tenía planes a futuro. Buscaba todavía hacer más en términos legislativos en contra de la violencia machista.
La última vez que nos vimos pensaba ya en el 2024, en contender por la reelección, por la presidencia municipal de San Pedro, o hasta por llegar a diputada federal.
Hablamos de un futuro que nunca llegó, pero hoy puedo decir que, aunque ha muerto joven, apenas con 37 años, Aurora Sierra se fue sin pendientes en la lucha feminista.
Gracias por todo.