¿Persecución o justicia? La era barbosista
¿Persecución o justica? Durante la era barbosista muchos rondamos entre esas líneas discursivas. Las detenciones y otras acciones judiciales realizadas durante la administración del exgobernador Miguel Barbosa Huerta estaban en esa pequeña línea entre la persecución y la justicia.
El exgobernador daba elementos suficientes para las detenciones ejecutadas durante su administración, incluso sobre sus excolaboradores como el caso de Guillermo Aréchiga.
Fraudes, extorsión, desvío de recursos, colusión con el crimen organizado, fueron algunos de los delitos imputados a los “perseguidos”.
En todos los casos había digamos “dudas razonables” para la ejecución de los procesos. Lo que sí se operó fue que todos estuvieran en prisión preventiva necesaria, siendo que los delitos, de acuerdo con la ley, podían ser llevados en libertad.
Pero ¿por qué el discurso de la justicia no terminó de cuajar?
Evidentemente por la muerte del exgobernador y el reacomodo, por así decirlo, de todos los frentes que abrió durante su administración.
Los empresarios volvieron a invertir, todos los políticos han sido recibidos, el diálogo se abrió y los presos salieron.
La salida en desbandada de los autollamados presos políticos del barbosismo, ayudó a fortalecer precisamente esa nominación de “presos políticos” y acrecentar la idea de que durante la administración pasada hubo una persecución.
El discurso de justicia se pudo haber encumbrado tal vez si, desde el inicio, se les permitía llevar sus procesos en libertad. Pero “el hubiera no existe”.
Esta semana un caso más del barbosismo se resolvió para el beneficio de los acusados. El regreso de Luis Ernesto Derbez a la rectoría de la UDLAP.
El exrector se vio obligado a pedir licencia al cargo en medio del proceso judicial por el que el Estado se hizo del campus durante casi ocho meses. Aquí ahondamos al respecto.
El caso es que su regreso está estrechamente ligado al fin de la era barbosista.
Suma a esta línea discursiva.
¿Qué más suma contra el barbosismo? Los “desfalcos” que han sido descubiertos y que debieron ser revelados.
Primero, la inversión fallida en Accendo por 600 millones de pesos de los que seguramente no regresará un centavo.
Luego, el adeudo al SAT por 722 millones de pesos, perfectamente aprovechada por la oposición para hacer “campaña de contraste”, la que ya no les da ahora con el gobierno de Sergio Salomón Céspedes.
Las lapidas contra el barbosismo pesan más cada día.
