Desde hace casi 3 años Saúl Rojas desapareció en Puebla y su madre, María Elena Luna Sánchez, no ha dejado de buscarlo.

En entrevista con Ambas Manos, la jefa de familia relató la situación que ha sufrido al no saber nada de su hijo.

Saúl desapareció un 7 de septiembre de 2021, en ese entonces tenía 28 años de edad y vivía en el municipio de Cuapiaxtla de Madero.

La última vez que su madre vio su rostro fue el 15 de abril del mismo año. Sin embargo, la conversación más reciente fue el día en que desapareció.

Ambos mantuvieron contacto a través de Messenger, el servicio de mensajería de Facebook. Después de las 20:20 horas, el joven dejó de contestar y no supo más de él.

María Elena no levantó la denuncia al momento porque confiaba en que se encontraba a salvo. Sin embargo, poco tiempo después acudió con las autoridades, pues sabía que no era una situación normal.

Saúl trabajaba en el departamento de cobranza de muebles a crédito para un particular y se transportaba en una motocicleta color rojo y blanco. Meses antes de su desaparición, le comentó a su madre que iría a trabajar a la zona de Tecamachalco.

La noticia la preocupó porque ya había sufrido un asalto a mano armada, así que le pidió que se cuidara.

Señaló que su hijo era una persona tranquila, no tenía problemas con nadie y solo se dedicaba a trabajar.

Yo no entiendo su desaparición, porque, aunque no era perfecto no andaba en malos pasos”, dijo María Elene con un nudo en la garganta.

Saúl Rojas desapareció hace 3 años en Puebla: la Fiscalía no avanza con las investigaciones

Han pasado 2 años y ocho meses del caso de Saúl y las autoridades no han podido dar con  su paradero.

De acuerdo con María Elena, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla solo informa que se encuentra trabajando en la investigación.

Sin embargo, lo más que han hecho por él, hasta el momento, fue un cateo en su domicilio, donde no encontraron ni su ropa ni su motocicleta.

Haciendo uso de todos los recursos posibles, la madre de dos ha viajado al municipio en diversas ocasiones para recopilar indicios o pistas que contribuyan a esclarecer su desaparición.

Toda la información que ha recopilado se la ha entregado a los agentes de la FGE y aunque para ella significa un gran trabajo, a las autoridades parece importarles poco.

Reconoció que hasta el momento, la Comisión de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación de Puebla le ha brindado apoyo, así como el colectivo Voz de los Desaparecidos.

Especialmente cuando se trata de realizar labores de búsqueda de campo y al momento de darle difusión a la ficha con el rostro y datos de su hijo.

Sus esfuerzos por seguir buscando a Saúl también se han visto pausados ante la falta de recursos económicos.

“Apenas mandé a imprimir las lonas”, dice mientras sostiene la ficha de búsqueda impresa del joven, esperando que, quienes la vean, puedan darle información sobre él.

Los pocos ánimos y la tristeza que le invade al no tener a su hijo la han hecho enfermar y no poder trabajar de planta.

El dinero es escaso y en ocasiones no puede costear los medios de transporte hasta Cuapiaxtla o el agua, alimentos y otros suministros necesarios durante las labores de búsqueda.

Aún con la energía que le resta, María Elena no se da por vencida y pide mayor acción por parte del Estado y la FGE.

Lo que no entienden las autoridades es que el perder a una persona, que le hayan privado de su libertad y no saber de un familiar, como en este caso mi hijo, es horrible. Nuestra vida no vuelve a ser la misma desde que no sabemos de ellos”, dijo entre lágrimas.

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Carmen González

Carmen González

Licenciada en Comunicación por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Reportera desde 2018 de la fuente de cultura, turismo, activismo, temas sociales y de revista.